EL BOBO ALIPIO
Se
cuenta que en un pueblo vivía Alipio, a quienes todos los del pueblo veían como
un bobo e infeliz, siempre caris bajo, muy reservado y callado, que vivía de
hacer mandados y limosnas. A diario algunos hombres del pueblo que se reunían en
la tienda donde iba Alipio a comprar las cosas que le encargaban, lo llamaban y
le hacían escoger entre dos monedas:
Una
grande de cien pesos ($100) y una pequeña de quinientos pesos ($500)
El
siempre escogía la más grande y menos valiosa de cincuenta pesos ($50), lo que
era motivo de burlas y risas para todos.
Esta
actividad se repetía día a día, el dueño de la tienda no se aguantó más y lo
llamo a parte y le pregunto si todavía no se había dado cuenta que la moneda de
mayor tamaño valía menos y Alipio le respondió: Lo sé, no soy tan bobo, vale
cinco veces menos, pero el día que escoja la otra, el juego acaba y no voy a
ganar más mi moneda cien de manera fácil.
Esta
historia podría concluir como cualquier otro chiste o cuento de bobos, pero
podemos concluir varias lecciones:
-
Quien
parece bobo, no siempre lo es
-
¿Cuáles
eran los verdaderos bobos de la historia?
-
Una
ambición desmedida puede acabar cortando tu fuente de ingresos.
Muchas
veces subestimamos a los demás porque no vemos aparentemente ningún potencial
en ellos y los juzgamos (es un bobo, un inútil, un fracaso) para luego tener
que recoger todos esas palabras con vergüenza al ver esas personas
sorprendiéndonos con virtudes y valores que hasta ese momento no podíamos ver
ni dimos la oportunidad de conocer.
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